La blockchain llega con todo y más, con lo ocurrido hace muy poco el ya famoso: “jueves 12 de marzo”; aquel día cuando, los tres principales índices comerciales de Estados Unidos, se fueron al piso hasta caer un 7%, provocando la interrupción de Wall Street por eternos 15 minutos.
Vivimos un momento muy especial, complicado, único, no solo contamos con una pandemia mundial con el COVID-19, sino a la par (como se acostumbra en estas fórmulas de guerras entre poderosos), con la caída de la bolsa de valores, los índices con cifras históricas y nada alentadoras, para lo que se vislumbra sea una recesión mundial.
La blockchain la mejor aliada
En ese camino lleno de niebla e incertidumbre, la blockchain (cadena de bloques), vive y se fortalece en su estructura y perfección en eliminar a los intermediarios y consolidando la descentralización de las finanzas, de toda gestión controlada y ahora, administrada por el libro mayor (ledger), abierto y transparente para todo el mundo.
DATO: en 1998, Nick Szabo describió la blockchain como un sistema descentralizado de pagos basado en el uso de técnicas criptográficas para facilitar la generación de unidades de valor virtual de forma estructurada (proof-of-work). Fuente: uria.com
Aquí una explicación detallada de qué es la Blockchain:
Porque no todo está perdido y ante la crisis, el miedo y el caos, la tecnología sigue siendo nuestra aliada, en este caso, la cadena de bloques, en su afán de conjuntar transacciones de valores digitales (criptos, tokens, contratos inteligentes, etc.), se convertirá en nuestra aliada silenciosa que prepara la forma y estructura de las finanzas de un futuro cada vez más cercano.
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¿Qué pensará Satoshi Nakamoto? (si es que existe como tal), el culpable y creador del Bitcoin y uno de los protagonistas de toda esta nueva estructura de comunicación mundial. Si de verdad existe o forma parte de un seudónimo de un grupo de nerds, estará muy angustiado al ver que el mundo se enfrenta a una nueva era, en la cual, puede ser el momento que detone y se posicione su gran idea y propuesta, ahora sí, en todo el mundo.
Solo nos queda esperar a que lo mercados y los que lo controlan con su poder económico, político y social, decidan a dónde iremos en este nuevo ambiente de incertidumbre, de cambio total, de “no salir”, pero estar conectados en todo momento, espero, hacia un mundo de claridad y con un “update” que no haga mejores seres humanos.
Mi frase final: hagamos una cadena de bloques, también de mucho amor.
Amor y bytes.