De acuerdo con datos actualizados de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y del servicio de Copernicus relativo al cambio climático, en el mes de julio de 2019 se registraron olas de calor y se confirmó como el mes más cálido del que se tienen datos en la historia.
Dichos datos superan a los niveles registrados en el 2016 para convertirse en el mes más caluroso jamás registrado.
Los valores registrados en días recientes, coinciden con los datos del mes de julio de 2016, con los episodios más intensos de “El Niño”, el fenómeno que desató al aumento de las temperaturas mundiales.
El 25 de julio de este año, París registró un nuevo máximo absoluto de 42,6 °C en la estación meteorológica secular de París-Montsouris, batiendo así el récord anterior de 40,4 °C del 28 de julio de 1947.
¿En qué afectan las olas de calor?
Dicho aumento en las temperaturas del planeta, han afectado al transporte y las infraestructuras, así como consecuencias graves para la salud de las personas y el medioambiente.
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Dicho aumento se manifiesta por la denominada “cúpula de calor”, la cual se desplazó hacia el norte, atravesando Escandinavia hasta llegar a Groenlandia, aumentando la fusión de los hielos, un proceso el cual la organización confirma que la velocidad, ya está por encima de la media.
Olas de calor: se trata de una situación atmosférica que provoca el aumentos en las temperaturas globales por más de un día, lo cual provoca una pérdida significativa de agua debido a la evaporación.
De acuerdo con el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas, el 2019, será uno de los cinco años más cálidos de los que se tiene constancia, para el período 2015-2019, será el quinquenio más caluroso jamás registrado.
Tal y como Taalas indica, se agota más el tiempo para hacer frente a los peligrosos aumentos de temperatura, con lo cual, se tendrán numerosas repercusiones para nuestro planeta.
El incremento en las temperaturas máximas del planeta, son todavía más pronunciados que los previstos para las temperaturas medias estacionales, es decir, a partir de ahora hasta el 2060, las temperaturas de los días más cálidos de un verano promedio podrían ser hasta 5,5 °C más altas que las actuales.
Fuente: OMM.