Casi todos los días las personas que utilizamos el transporte público, nos quejamos de que parece un “Sauna”. El Suomi, Finés o Finlandés; con estos últimos es obvio que me refiero al idioma oficial de Finlandia, es un idioma poco usado, ya que son más de cinco millones de personas en ese país y sólo se habla en este territorio, y se sabe que, según las personas de los países nórdicos, es el más complicado de entender.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, y que la palabra “sauna” es de origen finés, es curioso que en México, ocupemos tan seguido una palabra de dicho idioma.
La palabra finesa löyly, significa el “vapor obtenido después de arrojar agua sobre piedras calientes”, dicha palabra surge aproximadamente hace 7 mil años (wikipedia.org, 2017).
En Finlandia el “Sauna”, es una tradición más de antaño que el mismo país (como país independiente). La costumbre o rito original en Finlandia, es que después del baño de vapor (de 70 o 100 °C.) que se toma(ba) desnudo, uno se metía a nadar un lago congelado.
Las cosas han cambiado en algunas regiones de Finlandia, ya que en complejos de departamentos y algunos turistas toman este baño de vapor en traje de baño y en lugar de lago, en algunos complejos de departamentos existen albercas.
En esas lejanas tierras, se toma(ba) el sauna como meditación e incluso, como una forma de socializar. Esto último suena un tanto irónico, teniendo en cuenta el estereotipo de la personalidad poco sociable o seria del nórdico.
Existe un documental que se basa en el ritual descrito, la película dirigida por el finlandés Joonas Berghällque, llamada “Vapor de Vida” (Miesten vuoro) del 2010, la cual participó en el festival AMBULANTE del 2011.