La libertad de expresión es un concepto fundamental para cualquier sociedad democrática, por lo que es importante impulsar acciones globales para la protección de dicha libertad.
El derecho a expresarse libremente está formalmente reconocido a nivel internacional desde 1948, por el Artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que ampara la facultad de “buscar, recibir e impartir información e ideas por cualquier medio y sin limitación de fronteras”.
Históricamente, Suecia se destaca como pionera al establecer en 1766 la Freedom of the Press Act, una de las primeras leyes en abolir la censura gubernamental y permitir el acceso público a documentos oficiales.
Posteriormente, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano durante la Revolución Francesa (1789) reafirmó este derecho en su Artículo 11, subrayando la libre comunicación de pensamientos y opiniones, si bien sujeta a la responsabilidad legal por sus abusos. Tras la Segunda Guerra Mundial, el ya mencionado Artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) concretó esta garantía a escala global.
La Libertad de Expresión en la actualidad
En el presente, la libertad de expresión enfrenta desafíos significativos, particularmente acentuados por la era digital. Problemas como el incremento de la desinformación (fake news), el acoso en línea (ciberbullying), la vigilancia masiva y las tentativas gubernamentales de controlar el flujo de información en internet, constituyen amenazas latentes a su pleno ejercicio.
Las situaciones que afectan la libertad de expresarse generan un entorno de vulnerabilidad para periodistas, activistas y ciudadanos que buscan ejercer su derecho a expresarse para denunciar injusticias.
Organizaciones como Amnistía Internacional o Reporteros Sin Fronteras monitorean activamente estas restricciones. De esta última organización, en su Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024 reveló una cifra preocupante: “solo el 8% de la población mundial vive en países donde la libertad de prensa es respetada plenamente”.
Ante este panorama global, organismos como la ONU han puesto en marcha iniciativas, como el Plan de Acción sobre la Seguridad de los Periodistas, para coordinar esfuerzos internacionales de protección, emitir alertas sobre censura digital y brindar apoyo a medios de comunicación independientes y comunitarios.
Si bien la libertad de expresión cuenta con un sólido respaldo histórico y legal, su defensa y garantía plena continúan requiriendo mucha atención y acción constante en el contexto global actual.