De acuerdo con ONU mujeres la aportación del trabajo de las mujeres en el hogar, sin obtener un sueldo, equivale al 10% y el 39% del PIB de los países, es decir más que la industria, el comercio o el transporte.
A la fecha, tan sólo 67 países cuentan con leyes contra la discriminación de género en las prácticas de contratación de mujeres.
A continuación se puede ver el porcentaje mujeres que trabajan de forma activa, presentando un 49,6% de participación ya que en su mayoría, las mujeres trabajan en empleos informales mal remunerados y con escasa protección de sus derechos laborales.
En cuanto a la remuneración por el trabajo de las mujeres, la situación se mantiene muy desigual ya que a nivel mundial, ganan 77 céntimos por cada dólar ganado por los hombres.
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De entre otros factores que presenta ONU Mujeres, se encuentran las cifras de desempleo para las mujeres y en el último informe presentado se detalló que el año 2015, alrededor de 197 millones de personas en edad de trabajar se encontraban desempleadas; esto supone 27 millones más que el nivel de paro anterior a la crisis financiera (2007).
La regiones en donde se presenta más la desigualdad de género, afectando a la mujer, es en África del Norte y los Estados árabes, y aunque el nivel de estudio es superior por parte del sexo femenino, la tasa de desempleo juvenil de las mujeres se encuentra en un 44%.
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Cifras que no benefician a las mujeres en el mundo pero que gracias a celebraciones en apoyo a la equidad de género, como el Día Internacional de la Mujer 2018, y los movimientos #MeToo y #AhoraEsElMomento, ahora, se puede insistir en lograr una mejor equidad y respeto a la mujer.
