La cultura woke ha impactado de forma contundente a la sociedad actual. Por su papel libertario y contestatario al sistema, ante una etapa clave en el “abrir” a la conciencia y continuar la lucha contra la discriminación.
Para contextualizar el término, ahora de corte masivo, de acuerdo a una investigación de la Universidad de Navarra, la cultura woke se define como, una ideología que busca criticar un sistema que privilegia a personas “blancas” y al resto de las minorías raciales.
Quienes se apegan a esta lucha o cultura de “despertar”, defienden el hecho de que es necesario mantenerse despiertos para atender y luchar por las injusticias.
La cultura en cuestión, va más allá de una lucha contra la desigualdad social. Es una lucha contra la injusticia, como el movimiento “Black Lives Matter”, creado en el 2013 en la comunidad afroestadounidense, ante hechos de injusticia y asesinatos a miembros de la comunidad.
Nos enfrentamos a una nueva etapa, de una lucha con mucho pasado. Por nombrar un caso más reciente (de mucho otros), por su corte mediático y por el grado de injusticia, es del asesinato de George Floyd, en el año 2020. Un caso lamentable de abuso policial en Mineápolis, que levantó la voz de las redes sociales y el sentimiento de injusticia racial.
En la siguiente gráfica se puede ver la estadística de percepción de discriminación racial de la población estadounidense.

Con base a la gráfica anterior, se puede comprobar la percepción generalizada de discriminación racial hacia la población afroestadounidense y otros segmentos. Dando mayor sentido a la creación de movimientos a favor de la lucha contra la discriminación racial y su impacto en la sociedad y en los medios digitales.
DATO: De acuerdo con un reporte de Pew Research del 2024, al menos 74% de la población afroestadounidense adulta, ha experimentado situaciones de ataques raciales.
El problema actual en la inserción del wokismo como medio de lucha, se ha transformado en un uso despectivo, por parte de los grupos conservadores de Estados Unidos. Como un medio de ataque en las campañas políticas y en un ánimo de polarizar a la sociedad. En el uso desmedido en la redes sociales, por medio de memes, burlas, y líneas de conversación plagadas de temas polémicos, relacionados a la lucha racial.
Más allá de polarizar a grupos sociales, el uso del término en un segmento de la población, puede llegar a afectar de forma más global, tal y como lo analizado en un artículo de DW, donde se analiza el trabajo de la etnóloga Susanne Schröter, con su su libro “La nueva guerra cultural. En la obra se detalla también, la cultura woke, como una amenaza para otros ámbitos como la ciencia, la cultura y la sociedad, debido a que se ha convertido en un nuevo estado de vigilancia.
El avance en la revisión de temas de discriminación racial deberá continuar en la agenda de todos los países. Tanto en su impacto social y antropológico, como en la conversación en los medios digitales. En la búsqueda de un mundo de paz y de aceptación.