Científicos de la UNAM desarrollaron lentes de contacto biodegradables, para tratar padecimientos inflamatorios oculares causados por el incremento de medios digitales como dispositivos móviles.
Los lentes de contacto, concebidos para un mejor uso ante el estilo de vida y cambios ambientales actuales, permiten la liberación gradual de un fármaco auxiliar en afecciones tales como la uveítis, misma que puede ocasionar ceguera si no es atendida adecuadamente.
Los especialistas desarrollaron una lentillas del tamaño común de un lente de contacto, para una aplicación más sencilla, ya que la película oftálmica, se encuentra cargada de dexametasona, lo que permite la liberación controlada del principio activo y una mejor dosificación para una recuperación óptima.
La uveítis: inflamación de la úvea (capa vascular del ojo), las causas del enrojecimiento de ese órgano generalmente suele acompañarse de ardor, picazón, lagrimeo y disminución de la agudeza visual.
El equipo de científicos de la facultad de de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, encabezado por José Juan Escobar Chávez, especialista en farmacia y tecnología farmacéutica, lograron desarrollar estos lentes de contacto biodegradables, en 2017 obtuvo el tercer lugar del “Premio Canifarma”, en la categoría de “Innovación tecnológica”.
Las lentillas son polímeros son solubles en agua, es decir se desintegran con el fluido ocular y los residuos son expulsados.
A diferencia de las gotas comunes para ojos, con las que sólo se aprovecha el 5 por ciento del activo, debido a la rapidez que el ojo expulsa la sustancia activa al entrar en contacto, las lentillas desarrolladas, logran aprovechar la dosis al máximo sin la necesidad de administrarlas de manera frecuente.
Los científicos mexicanos, Carlos Arturo Velázquez Tapia y Abel Esaú Peña Cuevas, egresados de la licenciatura en Farmacia, fueron los encargados del diseño, elaboración y caracterización de las lentillas poliméricas biodegradables.
De igual manera, dichas lentillas se están trabajando en el laboratorio de insertos oculares para uso veterinario, específicamente para perros, que contienen la misma sustancia. Los encargados de la investigación la estudiante de posgrado Karla Stella Constantino y Escobar Chávez que señaló que se probaran primero en conejos y luego en perros.