Con el avance de las nuevas tecnologías, en especial de los dispositivos móviles y el acceso a Internet, se ha facilitado e incrementado la práctica del sexting, es decir, el envío de mensajes con contenido sexual o material pornográfico, y en ocasiones dirigido al acoso escolar, trata de personas o pornografía.
Sexting, el problema
En un artículo de Nélida Padilla, académica de la Universidad Autónoma de México UNAM de la Facultad de Estudios Superiores FES Iztacala, indicó que México es el país latinoámericano en el que más se utilizan los mensajes de texto, y a pesar de que el sexting es clandestino, es muy frecuente entre la población y se debe a una doble moral.
De acuerdo al IFAI, 4 millones niños y jóvenes, conocen a alguien que ha enviado imágenes suyas de desnudos o semidesnudos, a conocidos o desconocidos.
De igual manera, Padilla destacó que el uso del sexting, reprime la sexualidad al evitar hablar de ello, aludiendo constantemente al doble sentido o albures, también se privilegia lo visual culturalmente, por encima de los demás sentidos, favoreciendo dicha práctica.
Pensar antes de sextear
Algunos de los esfuerzos que se han realizado para concientizar acerca del problema del sexting, es la campaña “Pensar antes de sextear. 10 razones para no realizar sexting“.
La campaña impulsada por PantallasAmigas, Google, el IFAI y otras organizaciones, tiene el objetivo de alertar por medio de información relevante y clara, acerca de los riesgos que implica dicha práctica.
El sexting puede llegar a ser un fenómeno de ciberbullying, es decir, una agresión y amenaza directa que buscar ridiculizar a alguien con la publicación de imágenes, en este caso, el envío por medio de mensajería del dispositivo móvil.
Lo anterior, debido a que las imágenes son un reforzador inmediato, y por medio de ellas, se establecen vínculos con alguna persona para obtener satisfacción en un lapso corto de tiempo.
El sexting en los jóvenes
La práctica del sexting, es común entre jóvenes y adultos, y se puede realizar como una forma de exhibición y de violencia entre los jóvenes universitarios, sin embargo, la motivación depende mucho de los rangos de edad, en la que los estudiantes de secundaria y preparatoria se involucra la exploración de la identidad, ya que se encuentran en una etapa de aceptación.
“Nuestros dispositivos no están exentos de la delincuencia, por lo que los usuarios deben ser muy cuidadosos con la información que manejan”.
Nélida Padilla. FES Iztacala, UNAM.
Para los jóvenes de entre 15 a 22 años, son más conscientes de los riesgos de esta práctica. Los adultos lo hacen para diversificar sus prácticas erótico-sexuales con la pareja, y en algunos casos conocen los riesgos, pero no los toman en cuenta.
La especialista en educación y salud sexual de la UNAM, alertó que el sexting es una actividad que puede ser riesgosa, ya que las imágenes pueden llegar a manos de extraños y hacer un mal manejo de ellas, ya que los dispositivos móviles y las redes sociales son un medio para establecer contacto con población vulnerable.