Con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil 2019, la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), hizo un llamado a los países, ha redoblar esfuerzos en la lucha contra el trabajo infantil en el campo o el sector agrícola.
Lo anterior, en seguimiento a las acciones de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), referentes al compromiso por terminar con el trabajo infantil, en específico, bajo la meta 8.7, en la cual se hace un llamado a la comunidad internacional para: “adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso”.
De acuerdo a cifras de la ONU, en el mundo 152 millones de menores, de entre 5 y 17 años trabajan y 108 millones (más del 70%9, trabajan en la agricultura, ganadería, silvicultura, la pesca o la acuicultura.
En el Día Mundial contra el Trabajo Infantil 2019, celebrado el 12 de junio de cada año, la FAO, presentó el foro: “Unidos para poner fin al trabajo infantil en la agricultura”. Una serie de conferencias con la participación de especialistas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Comisión Europea, que busca levantar la voz ante la alta participación de los niños en la producción agrícola.
Más educación, menos trabajo infantil
En dicha conferencia, se presentaron estrategias y propuestas para orientar las actividades que realizan los niños en el campo, al ámbito educativo, con acciones que les permitan adquirir conocimientos y desarrollar habilidades que les beneficiarán en el futuro, como aprender a cultivar hortalizas o a alimentar a los pollos en las granjas de sus familias.
De acuerdo a la ONU, la cifra de niños en el sector agrícola, aumentó 10 millones de 2012 a la fecha, destacando la pobreza en el hogar, como la principal causa que motiva el trabajo infantil en la agricultura.
El trabajo infantil, es un tema y problema que exige el compromiso de gobierno y sociedad, ya que la mayor parte de casos de trabajo infantil, se presentan en zonas rurales y en familias con bajos recursos financieros, con escasas alternativas de subsistencia, por la falta de acceso a la educación y la limitada aplicación de la legislación laboral.
Ante el aumento acelerado de casos de trabajo infantil en el mundo, la FAO, la OIT y la ONU, realizan acciones orientadas a revisar y hacer llamados urgentes a los estados, para que se establezcan medidas y políticas orientadas a reducir la pobreza en las comunidades, impulsar y apoyar la educación en los menores y así, lograr que los menores, concentren toda su atención y esfuerzos en consolidar sus sueños.
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