Una de las más grandes festividades de México es la del 12 de diciembre, el día de la Virgen de Guadalupe, una celebración que representa la fisión de dos cultos, la religión católica y la cultura indígena, por lo que se conoce a la Guadalupana como la vírgen de México.
El 12 de diciembre, el día de la Guadalupana, se considera la más grande festividad de México y de América, y a más de cuatrocientos ochenta años, continúa como una tradición de mucho arraigo y preferencia entre los mexicanos.
Peregrinos y fieles
De acuerdo a Amparo Rincón Pérez, Jefa de Arte Popular de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU), de la Secretaría de Cultura en Mexico, la celebración de carácter religioso del 12 de diciembre, es también una practica de innovación creativa, desde la perspectiva cultural, ya que los pueblos la han adoptado no sólo como una celebración religiosa, sino también como una expresión viva de arraigo a la tierra.
Millones de Peregrinos visitando a Nuestra Madre del Cielo. pic.twitter.com/I04NMNnJ2I
— Basílica Guadalupe (@INBGuadalupe) 12 de diciembre de 2017
Para los peregrinos, la antorcha, símbolo de fuego mariano, se conforma de comitivas de peregrinos que recorren varios países y estados de México, mismas peregrinaciones que llegan a la capital de país, también pueden salir de esta hacia diferentes regiones o naciones, realizando largos recorridos,como símbolo de agradecimiento.
“El 12 de diciembre también es una práctica de innovación creativa desde la perspectiva cultural, porque los pueblos del país han adoptado esta festividad no sólo como un evento religioso, sino como una expresión viva de su propio arraigo a la tierra”. Amparo Rincón.
La historia de la Virgen de Guadalupe
La primera aparición de Guadalupe en el cerro del Tepeyac, se registró en el año de 1531, en el Virreinato de la Nueva España, desde este acontecimiento el pueblo de México la adoptó como la madre protectora, que se ha mantenido y ha crecido en representaciones en múltiples expresiones de la diversidad cultural, de unión e indentidad de los pueblos.
De acuerdo a la explicación de Amparo Rincón, en relación a la imagen representativa de la virgen de Guadalupe y la fusión de identidades, indica que de un lado, estaba la luna, y por otro el cerro, visto como un espacio geográfico donde se reflejaba la vida en si, con las plantas, los animales, las cuevas. Lo cerros, por su ubicación en un lugar alto, eran motivo de culto, asociados con las pirámides.
Por ello, iconográficamente la Virgen de Guadalupe ha sido representada sobre la luna, y también en algunas estampas se le sitúa sobre serpientes, ya que en el Cerro del Tepeyac antes de las apariciones se le rendía culto a Coatlicue, cuyo nombre en náhuatl significa ‘la que tiene su falda de serpientes”.
Juan Diego Cuauhtlatoatzin
La tradición narrra que el indígena chichimeca, Juan Diego, acudió con el primer obispo de la diócesis de México, Fray Juan de Zumárraga, para revelarle la imagen milagrosa al descargar las rosas enviadas para erigirle a María Santísima un templo en ese lugar, sobrevino la construcción de la primera iglesia dedicada al culto guadalupano.
De igual manera, el culto se asoció con el de Tonantzin, madre de los dioses, quien era venerada por los antiguos nahuas, convirtiendose el cerro del Tepeyac en un lugar sagrado y mágico para los pobladores, así mismo, los aztecas había levantado en este sitio un santuario a la deidad.
Fuente: Secretaría de Cultura.