Ante las bajas temperaturas y las que están por venir en esta época invernal, la Secretaría de Salud presentó algunas recomendaciones para los cuidados de la piel durante el invierno, con el fin de evitar daños graves e infecciones cutáneas.
El único órgano que está constantemente en contacto con el medio ambiente, es la piel, misma que necesita cuidados, ya que se encuentra expuesta a sufrir daños por el clima extremo y los rayos solares.
La Secretaría de Salud de México, hizo un llamado a la población a poner atención al cuidado de la piel en esta etapa invernal, ya que la falta de cuidados, puede ocacionar daños que van desde resequedad, hasta la muerte del tejido, tambien conocido como necrosis.
Los más susceptibles de sufrir algún daño en la piel debido al frío, son los niños y adultos mayores, de igual manera, las personas que padecen alguna enfermedad dermatológica como psoriasis, dermatitis atópica e ictiosis y en mujeres en la etapa de la menopausia.
Dermatitis Atópica
De acuerdo a la Secretaría de Salud, la Dermatitis Atópica, conocida como neurodermatitis diseminada infantil, prurigo de Besnier, eccema del lactante, es una enfermedad crónica de la piel, que se caracteriza por prurito intenso, piel seca, inflamación y en ocasiones de eccema (manchas rojas acompañadas de picor intenso en la piel).
Recomendaciones y cuidados de la piel
- Evitar bañarse con agua caliente, ya que esto permite que se reseque aún más la piel, de preferencia utilizarla tibia, quitar el exceso de agua y aun cuando esté un poco humeda la piel, aplicar alguna crema hidratante.
- Durante el invierno, los rayos del sol también dañan la piel, por lo que se debe utilizar protector solar en cara, manos y pabellones auriculares.
- En caso de identificar enrojecimiento, obscurecimiento o entumecimiento de la piel, es necesario acudir a un Centro de Salud para ser valorado y brindar tratamiento oportuno.
Para que la piel no sufra las consecuencias climáticas, la Secretaría de Salud recomendó también realizar una hidratación frecuente de las zonas más expuestas, tales como las manos y cara, para evitar que la piel presente grietas que puedan ocacionar alguna infección leve, o la entrada de bacterias a nuestro organismo.
Fuente: Secretaría de Salud.