Especialistas del Centro INAH Oaxaca, concluyeron los trabajos de restauración de dos importantes estructuras ubicadas en la Zona Arqueológica de Dainzú, patrimonio cultural, afectado por los sismos del pasado septiembre del 2017.
El seguimiento a los trabajos de recuperación en el Templo Amarillo y el juego de pelota, que sufrieron afectaciones por los sismos, contaron con el aval de la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El Templo Amarillo en Dainzú
Se conforma por una pequeña construcción construida con adobe y piedra; un edificio que en algún momento de la historia, estuvo pintado de amarillo ocre, y el cual, con los sismos del año 2017, sufrió desprendimientos de material pétreo en un muro de su costado sur, justo donde se encuentra un nicho prehispánico, el cual no reportó daño alguno.
En una primera fase de atención, el edificio atravesó por un registro gráfico y fotográfico a cargo de especialistas del Centro INAH Oaxaca, quienes procedieron a reponer los elementos arquitectónicos faltantes.
Los especialistas se encargaron de realizar una mezcla con los mismos materiales con los que fue construida la cuidad prehispánica: mezcla de cal, arena, agua y baba de nopal.
El Juego de Pelota
Erigida en forma de ‘I latina o doble T’, similar a las localizadas en las zonas arqueológicas de Monte Albán y Yagul, también sufrió daños por los sismos, como grietas y fisuras a lo largo y ancho del muro oeste del paramento sur.
Debido a la complejidad de los daños, se requirió de un sistema constructivo, con el propósito de establecer una estrategia de restauración que garantizara la estabilidad estructural y arquitectónica, dicho proceso incluyó el registro de dibujos y fotografías digitales de muros y piedras, así como la numeración de cada una de éstas.
Para contar con un trabajo de restauración más organizado, el área del Juego de Pelota, fue intervenida por secciones: explorando a profundad las grietas y fisuras con la finalidad de verificar si el daño era superficial, o si el paramento tenía mayor deterioro, posteriormente se rellenaron las grietas con mezcla de tierra cernida, fibra vegetal, baba de nopal y cal apagada, que dotará de estabilidad estructural al edificio.
Zona Arqueológica de Dainzú
La zona se caracteriza por la sencillez de los trazos arquitectónicos y la generosa amplitud de espacios abiertos, es un asentamiento Zapoteca, localizado en el Valle de Tlacocula, a pesar de ser contemporáneo de Monte Albán, la fundación data del siglo VII a V a. C.
Los edificios de Dainzú se adaptaron a la topografía y todo centro monumental parece estar “recargado” en la ladera del cerro. Los conjuntos arquitectónicos consisten en plataformas escalonadas de probable uso religioso. Una de ellas en la parte inferior alberga un conjunto de relieves que representan en su mayoría a jugadores de pelota.
Fuente: INAH.