De acuerdo con un informe reciente de la ONU, cerca de un millón de especies animales y plantas se encuentran en peligro de extinción y es probable que muchas de ellas desaparezcan en décadas.
Ante tal escenario, es de vital importancia redoblar los esfuerzos en cuidar nuestros ecosistemas, si bien es un reto difícil, es momento de poner nuestro granito de arena en dar continuidad a las acciones en el cuidado y protección de las especies y el medio ambiente.
De acuerdo con el informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas (IPBES), el cual es patrocinado por agencias de la ONU, el daño y la contaminación al medio ambiente, representa una amenaza de una dimensión sin precedentes.
El informe, detalla que las especies extintas suman ya, por lo menos una cifra de diez a cientos de veces mayor que la tasa promedio de los últimos 10 millones de años, y por si fuera poco, se está adelantando.
Las cifras y reportes son contundentes ya que un 75% de los ecosistemas terrestres y un 66% de los marinos se encuentran”gravemente alterados”, ya que más de un 85% de los humedales que existían en 1700, se han perdido.
Lo anterior invita a dar seguimiento a lo que la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, indicó recientemente la insistir en que no podemos seguir destruyendo la biodiversidad, ya que es nuestra responsabilidad hacia las generaciones futuras.
¡El 🌎 enfrenta ritmo de extinción sin precedentes!
Un millón de especies podrían desaparecer en unas décadas, según reporte global del @IPBES.
¿Las causas?
🔹Uso del suelo
🔸Sobreexplotación
🔹Contaminación
🔹Cambio climático¡Urge actuar ya! https://t.co/wqIxK6y6Xj #IPBES7 pic.twitter.com/HeSuJlTefH
— ONU Medio Ambiente (@ONUMedioAmb) 6 de mayo de 2019
Para a los ecosistemas existen ciertas alternativas que de acuerdo al informe pueden ayudar a frenar el daño, para los siguientes casos como en los sistemas de agricultura, enfoques que empoderan a los consumidores y productores a través de la transparencia del mercado, la mejora de la distribución y la localización, que revitaliza las economías locales, las cadenas de suministro reformadas y la reducción del desperdicio de alimentos.
En cuanto a los sistemas marinos, enfocados para la gestión de la pesca, se busca contar con un mejor orden del territorio, la protección de áreas marinas y gestionar áreas clave de biodiversidad marina; reducir la contaminación de la escorrentía (agua de lluvia que circula libremente sobre la superficie de un terreno), en los océanos y trabajar en estrecha colaboración con los productores y consumidores.
El informe confirma que más de un tercio de todos los mamíferos marinos, el 40% de las especies anfibios y el 33% de los corales, se encuentran amenazados por el impacto de los humanos.
En cuanto a los sistemas de agua dulce, se busca una gestión colaborativa del agua y una mayor equidad para las poblaciones con una mejor integración de la gestión de los recursos hídricos y la planificación del paisaje a través de escalas; promover inversiones en proyectos hídricos con criterios claros de sostenibilidad, así como abordar la fragmentación de muchas políticas de agua dulce.
Para el caso de las áreas urbanas, el informe detalla la necesidad de promover soluciones basadas en la naturaleza, así como aumentar el acceso a los servicios urbanos y un entorno urbano saludable para las comunidades de bajos ingresos; mejora del acceso a espacios verdes; producción y consumo sostenibles y conectividad ecológica dentro de espacios urbanos, particularmente con especies nativas.
Las iniciativas realizadas han sido positivas, pero se requiere de un mayor esfuerzo por parte de los gobiernos, ciudades, pueblos y comunidades, para estabilizar el ecosistema, un granito de arena cuenta si todos contribuimos.
También lee: OMS recomienda menos pantallas y más actividad física para los niños